domingo, 10 de febrero de 2013

You cannot grasp the true form of this blog

¿Notáis algo raro aqui en el blog? Si... un fondo un poco... raro.


Bien, amigos, éste es Giygas. Algunos, bien pocos, lo conoceréis por ser el enemigo final de Earthbound, uno de los mejores videojuegos de Super Nintendo que he podido jugar... emulado en el ordenador. El señor del mal. Qué digo, el mál mismo encarnado, la destrucción, el fín... Y sin embargo, sólo quiere un poco de cariño. Antes de empezar, ésta entrada está inspirada en ésta otra, y en esencia voy a contar lo mismo que su autor, pero a mi manera, como yo lo veo. Vamos, en español.


Vamos a centrarnos en éste ser, con el que en cierto modo me he llegado a obsesionar. Empezaré explicando un poco qué es lo que pasa con él. Antes de ser esa cosa informe que tengo de fondo éste ser era un alienígena de una raza con capacidades psíquicas extraordinarias, y también el antagonista principal de Mother, el antecesor de Earthbound. Muchos no podréis evitar pensar en su parecido con Mew y Mewtwo, los Pokemon. Bien, es lo que tiene que ambos juegos compartan desarrolladores.


El caso es que, perteneciendo a una raza de seres fríos que habían desechado las emociones, fue criado por dos humanos abducidos de la tierra, George y Mary, y llegó a amarles como si fueran sus propios padres. Con el tiempo George escapa con el conocimiento del poder psíquico de ésta raza a la tierra. De Mary no se sabe, pero supone que murió con el paso de los años. Y muchos años después ésta raza encarga a  un Giegue, su nombre cuando todavía era un ser vivo "normal", ya adulto la misión de acabar con la raza humana para que no puedan usar su poder tres generaciones humanas después.


Ahora es un ser frío que ha dejado de lado sus emociones como el resto de su raza... no del todo. El caso es que Ninten y los otros protagonistas del juego se las arreglan para aprender la nana que Mary le cantaba cuando era pequeño, con la que, como dice ella en una escena del juego, movía la colita como un cachorrito cuando la oía sentado en su regazo. Y en la batalla final nuestros héroes no tienen nada que hacer frente a su poder abrumador, más que cantar.


Bien, tratad de poneros en su situación  Después de haber tenido una infancia feliz con tu madre has sido obligado a comportarte, a ser, tan frío sin emociones como el resto de tu raza. Vamos, lo que se llamaría la presión del grupo, cosa que todos nos ha tocado si o sí, en el trabajo, con los amigos o donde sea. El caso es que después de haber conseguido enterrar esos bonitos recuerdos en lo más profundo de su corazón llegan esos advenedizos y comienzan a cantarle esa canción que con tanto amor oía de pequeño.

Remake de la canción

¿Alguna vez se os ha metido un recuerdo o idea en la cabeza tan doloroso que os habéis llevado las manos a la cabeza mientras decíais no, no, no, ya basta? A mi alguna vez la cabecita me ha jugado alguna mala pasada con ideas... rocambolescas. Pero vamos, sabéis de sobras que los recuerdos dolorosos... duelen. Pues a Giegue éstos recuerdos se los están tirando a la cara, escupiéndoselos. Conforme oye esa música esos recuerdos acuden de vuelta desde el rincón más oscuro de su mente, de su corazón, desgarrándole desde dentro en el proceso.


Finalmente, no puede más que rendirse y huir de la tierra con sus huestes. Y todo habría sido tan fácil si acabara aquí, pero su deber, todavía pendiente, y su deseo de enterrar definitivamente tan doloroso recuerdo pondrán en un futuro en peligro a todo el universo. El caso es que él no quería destruir la tierra realmente, pero era su deber. Y en las últimas conversaciones del juego descubres que no odia a Ninten, el protagonista que le planta cara, si no que por ser descendiente de la mujer a la que amó como una madre le da la oportunidad de salvarse, de ser su amigo.

Ya que el post me está quedando jodídamente largo acabaré la historia en otro, donde la tragedia alcanza su culmen.

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